Las finas arenas de Varadero son tan seductoras como las suaves olas del canal de Kawama. El conocido mafioso Al Capone solía frecuentar los complejos turísticos de la costa; la ciudad aún conserva el glamuroso lustre que ha atraído de forma histórica a los grandes apostadores. Las mansiones convertidas en museos son los destinos favoritos de los aficionados a la historia cubana y aquellos que sientan inclinación por actividades menos académicas se encontrarán en su salsa en un curso de golf o en un barco de pesca. Los amantes de la naturaleza pueden embarcarse en un día de aventura explorando las cuevas, los cayos y los bosques vírgenes.